El viaje en bus hacia Paraná, ciudad vecina de Santa Fe, se ha convertido en toda una odisea para muchos viajeros que durante el verano buscan disfrutar de un día diferente.
Este fin de semana, las demoras en la Terminal de Ómnibus de Santa Fe fueron notables, con más de 100 metros de cola y esperas de hasta dos horas para subirse a un micro con destino a Paraná, Entre Ríos.

Foto: https://www.airedesantafe.com.ar/
Durante el ciclo lectivo, los estudiantes son los principales pasajeros de los buses que conectan ambas ciudades, pero en época de verano el público cambia y son las familias y los grupos de amigos los que más demandan este servicio.
No obstante, la capacidad limitada de las unidades y la frecuencia de las salidas son las principales causas de las demoras, que se han vuelto habituales en la terminal.
Los viajeros consultados por el medio local AIRE parecen estar resignados a esta situación y prefieren verlo como una parte más de la experiencia de viajar:
«Vamos a pasar el domingo allá, y bueno, esperamos, no queda otra», dijo un joven.
Otros, incluso, se preparan para la espera y llevan consigo mate y algo de comida para disfrutar durante la cola.
Cada media hora salen micros hacia Paraná desde las dársenas 16 y 17 de la Terminal de Ómnibus de Santa Fe, con una capacidad promedio de 45 pasajeros.
A pesar de las demoras, el servicio continúa siendo muy demandado, especialmente en época estival, cuando muchos buscan un escape de la rutina y disfrutar de una jornada diferente en otra ciudad.
Fuente: Aire de Santa Fe